martes, 11 de diciembre de 2007

Un lugar que merece la pena visitar


Para mi desgracia, no conozco la frente de la cara de nuestra península.Pero, por cercanía, sí que he podido visitar la barbilla, justo hasta el más alejado pico, el cabo San Vicente y la Punta de Sagres, en el Algarve portugués.Como es de imaginar, tras entrar en el país vecino por Ayamonte, en Huelva, debes atravesar todo el sur de Portugal, el Algarve, con una gran cantidad de pueblos marineros preciosos.Y al final del camino encuentras la punta de Sagres, con su famosa fortaleza (por cierto, también es el nombre de una marca de cervezas muy popular por allí).A la entrada hay una amplia zona de aparcamientos así que no tendréis problemas para dejar el coche, al menos yo no los tuve.A continuación , en una explanada, suelen poner tenderetes en los que podréis encontrar productos típicos portugueses y, sobre todo, ropa de abrigo, tipo ponchos y jerseys realizados artesanalmente.Y es que por esta zona, al menos en la época en que yo la visité (marzo), suele soplar con fuerza el viento, así que conviene abrigarse.Merece la pena la entrada a la fortaleza, de un blanco inmaculado que contrasta con el azul del mar.Es totalmente visitable.El cabo San Vicente es impresionante, en él baten los vientos y las olas arrasan las rocas.Sentarse en la muralla frente a la inmensidad del mar te hace sentirte minúscula y comprender porque este país ha visto nacer a tantos insignes navegantes.La altura de los acantilados no es apta para aquellos que sufran vértigo. Y, coronando los mismos, se halla el faro, visitable hasta lo más alto, y que tiene una vistas magníficas (no os olvideis la cámara).Para comer podéis acercaros a Sagres, el pueblo más cercano y que tendréis que atravesar para llegar hasta el cabo.Personalmente me encanta la comida portuguesa, con tantas formas de cocinar el bacalao y su vinho verde.


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